domingo, 10 de febrero de 2008

WARDAYS Parte 1

Nunca fui alguien destacado. Realmente el haberme reclutado no fue porque quería, simplemente fue porque al gobierno le parecía lo correcto. Otra posibilidad no tenía, tuve que dejar a mi novia sola para poder defender a mi país. Si, ése país que nunca me convenció del todo, que tenía sus puntos negros que trataba de ocultar y no podía. Ése país que yo no llegaba a adorar... Ahora era un país que tenía que defender.

Los entrenamientos en la milicia siempre fueron muy duros. Debías mostrar ser superior a los demas para ganarte… nada. A pesar de que nunca quise ser soldado, una fuerza misteriosa me empujaba a seguir adelante, a superar todas ésas pruebas y seguir en pie.
El sargento nunca fue alguien querido. Que sargento fue querido en un lugar como éste? Siempre tirandote abajo… “Swofford, lo hiciste mal, hazlo de nuevo!” “Swofford, nunca lo vas a lograr, mejor rindete!” “Swofford cuando estemos en la guerra no quiero que tu puto culo cubra el mío!”. Era un infierno eterno… Y aún así, yo seguía… Por qué? Acaso dentro mío creció una admiración por la milicia? Acaso esto que tanto odié y putié era lo que necesitaba? No estaba seguro, la verdad. Lo único que sabía, era que seguía adelante, hasta que al final del pelotón solo quedamos 8.

Los 8 no éramos muy amigos, pero eran los únicos con los que podías hablar y no aburrirte. Un soldado no tiene mucha información sobre el mundo exterior, solo lo que puede recibir en cartas. Por eso, quiera o no, tenía que amigarme con ellos.
Carlos Heredia y Luis Gonzales eran 2 hispanos imigrantes que no tenían un futuro claro en el país, y vieron esto como una oportunidad de ser alguien importante. Wroth Hammer era el loco del grupo: Siempre diciendo cosas que no debía, y molestando a los demás. No era alguien muy tolerable, pero al estar en el mismo equipo que él, teníamos que soportarlo. Rodney Silverway era un chico muy joven, el cual al igual que yo, fue reclutado por orden del gobierno y no por decisión suya. Todavía era un nene de mamá, y era el más sensible de todos. Mark y Rob Graves eran hermanos. Aunque diferentes en muchos aspectos, ambos tenían altos conocimientos intelectuales, e ideas políticas. Hablar con ellos nunca fue fácil (No soy alguien con mucho intelecto o ideas políticas en la cabeza) pero siempre era interesante escuchar sus opiniones y discusiones. Luego estaba Nathan Locke, con el cual tenía la mejor relación. Una persona seria, siempre dispuesto a hacer lo que le ordenaban, aunque a veces no estuvo de acuerdo con algunas ordenes. El no tenía a nadie que lo esperara o a quien le importara su persona, por lo que estar acá o no le parecía lo mismo. Por último, yo, Robert Swofford, alguien que nunca fue muy destacado, pero que hacía lo que me ordenaban sin titubear. El sargento me dijo que yo era uno de los que mejor puntería tenía, algo no muy agradable de escuchar para alguien como yo, pero era una de las pocas personas que apreciaban algo que hacía.

Hacíamos entrenamientos especiales, manejo intensivo de rifles y francotiradores, camuflaje, curso de obstáculos, etc.
2 meses después de todo ése arduo trabajo, nuestro sargento nos traía una “Buena Noticia”
- “EMPAQUEN SUS COSAS, CONDENADOS, ESTAMOS EN GUERRA, NOS VAMOS AL DESIERTO!”
Ya no había vuelta atrás. Nos había declarado la guerra, y nosotros partiríamos hacia allá. El por qué de la guerra? Nadie lo sabía. Contra quienes eran? Tampoco lo sabíamos. Lo único único que sabíamos, era que nuestra guerra había empezado…

KEEP YOURSELF ALIVE ("ON MARCH THE SAINTS...")

1 comentario:

María Silvina dijo...

Mi quiere leer la segunda parte ;_;
xD
Bueno... paso a dejar huella xD
Bye! =3